El plástico es práctico y barato. Nuestro mundo sería muy distinto sin plástico, un material que con poco más de un siglo de vida se ha hecho imprescindible y universal. Somos hijos de la Edad del Plástico. Pero su uso excesivo y algunos de sus aditivos se están convirtiendo en un peligro. Las mismas cualidades que hacen de él un producto adaptable y duradero también lo convierten en una pesadilla para el medioambiente.