«Binta y la gran idea» es un cortometraje que forma parte de un proyecto audiovisual de Unicef que lleva por nombre «En el mundo a cada rato». Es 8 de marzo, Día de la mujer trabajadora, y me ha parecido un buen momento para recordar a todas esas niñas y mujeres africanas o de cualquier otro país en vías de desarrollo que no tienen tan fácil el acceso a una educación y, por tanto, tienen muy difícil el acceso a un trabajo digno.
Binta tiene siete años, vive en una preciosa aldea junto al río Casamance, en el sur de Senegal, y va al colegio. Su prima Soda no tiene la misma suerte. A ella no se le permite aprender las cosas que ignora de este mundo. Binta admira a su padre, un humilde pescador que, preocupado por el progreso de la humanidad, está empeñado en llevar a cabo algo que se le ha ocurrido. Este cortometraje es de Javier Fesser y es realmente SORPRENDENTE.