La vía verde de Préjano, un cómodo paseo entre fincas de almendros y olivos. La vía verde de Préjano podría decirse que es la hermana menor de la vía verde del Cidacos. Se trata de un corto ramal de apenas 5 kilómetros de longitud que discurre sobre un antiguo ferrocarril minero, afluente del que iba de la localidad de Calahorra hasta Arnedillo.
Nuestro recorrido parte de la localidad de Arnedillo, uno de los extremos de la vía verde del Cidacos para poder disfrutar así de la travesía a través del túnel de Arnedillo y del cañón del Cidacos, donde podremos realizar una visita al Mirador del Buitre leonado. Una vez que hemos abandonado la Vía Verde del Cidacos y estamos en la carretera que va a Préjano, seguiremos en un tramo de cerca de un kilómetro, a nuestra derecha ya podremos divisar los restos del ferrocarril minero.
El camino no tiene pérdida ya que en todo momento contamos con señalizaciones que nos sirven de guía. El kilómetro cero de la vía se sitúa a la entrada del túnel de Préjano, en su salida cruzamos el barranco de Ombillo y poco después hay una zona de descanso. Proseguimos camino entre frutales con unas excepcionales vistas del valle del Cidacos. El trazado cuenta con barandillas para la seguridad del viandante, sobretodo si vamos con niños. Continuamos ruta y divisamos ya el torreón del castillo de Préjano y en un pequeño bosquete de pinos podemos descansar y tomar aliento. Nuestro camino prosigue a los pies de Peñalmonte y ya poco a poco se vislumbran los tejados de las casas de la coqueta localidad de Préjano.
Cruzamos un túnel de unos 80 metros con iluminado automática y allí nos esperan algunos restos del antiguo ferrocarril minero. Este ramal ferroviario surgió por la necesidad de transportar el carbón de Préjano hasta el ferrocarril de Calahorra-Arnedillo. La vía estuvo en total funcionamiento desde 1924 hasta 1938, y los últimos restos del ferrocarril minero fueron clausurados, al tiempo que la línea de Arnedillo, en 1966. Hoy en día este trazado ferroviario en desuso nos sirve para disfrutar de un cómodo paseo por la naturaleza.
Especial protección
Los cortados de Peñalmonte, junto a Peña Isasa y las peñas de Arnedillo, forman un espacio protegido de singular belleza, lo que ha servido para ser propuesto como uno de los espacios naturales protegidos que se incluirán en la futura Red de espacios europeos Red Natura 2000. Uno de los principales valores del lugar es que sirve de lugar de nidificación de un buen número de aves rapaces, lo que en su día motivó que se le otorgara la categoría de Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de La Rioja. Y ya que entramos en el mundo de la ornitología, en la zona no será raro que durante todo el camino vayamos acompañados por el alto y circular vuelo del buitre leonado, muy abundante en estos cortados. Pero además podemos encontrar en las oquedades y repisas de Peñalmonte, otras aves rupícolas más raras de ver pero allí también presentes como el alimoche, el búho real, la chova piquirroja, la grajilla, el avión roquero, el roquero rojo y el cuervo.
La vía verde continúa un par de kilómetros más allá de Préjano, en un tramo compartido con automóviles que se dirige hacia los antiguos cargaderos del mineral. Aún es posible ver escolleras de los materiales que se extraían en algunas de las laderas de la montaña que hay a la izquierda sobre la vía verde. Al final llegamos a un área recreativa a los pies de los cortados calizos. Un poco más arriba, en este barranco encontramos la cascada de Santuste y no muy lejos, en unas canteras abandonadas, dos réplicas de huellas de dinosaurios de los yacimientos de la zona: Valdeté y La Magdalena. Sin duda un paseo repleto de sensaciones que ya en su tramo final nos trasladan en el tiempo hasta el Jurásico.
Más información sobre la Vía Verde Préjano.
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