La observación de aves es una alternativa de ocio en la naturaleza que cada vez suma más adeptos
[artículo publicado en Diario La Rioja 30-08-2007]
Ropa y calzado cómodo, a ser posible de colores discretos, prismáticos, una buena guía de identificación, la mochila cargada de paciencia y, ante todo, curiosidad y respeto por el mundo de las aves. Este es el equipo necesario para practicar la observación de aves o ‘birdwatching’, una actividad que permite disfrutar de la naturaleza y, al mismo tiempo, conocer algunos de los lugares más atractivos de nuestra región.
Cada día son más las personas que disfrutan siendo testigos directos del comportamiento de los pájaros, ver cómo se desenvuelven en su entorno cotidiano, cómo cazan; ser testigos de sus cortejos nupciales, aprender a distinguir sus cantos. La práctica de la ornitología es una forma original de hacer turismo en la naturaleza, ya que nos permite conocer diferentes espacios naturales y, al contrario de lo que pudiera parecer, no requiere que seamos unos expertos ornitólogos.
Con el doble propósito de mostrar las diferentes aves del entorno e inculcar el respeto por ellas acudieron el pasado fin de semana un equipo de voluntarios de la Sociedad Española de Ornitología a la Finca de Ribavellosa, propiedad del Ministerio de Medio Ambiente y ubicada en el monte suroeste dentro del término municipal de Almarza de Cameros. Además de los voluntarios, en la cita estuvieron presentes una veintena futuros ornitólogos que realizaron una importante tarea de investigación y conservación. La misión encomendada consistió en colocar a lo largo del recorrido que traza el sendero verde una serie de cajas nido. En concreto estas cajas iban destinadas dos especies de la familia de los páridos, el herrerillo común (Parus caeruleus) y el carbonero común (Parus major).
Gracias a estas cajas tanto herrerillos como carboneros tendrán un lugar donde criar a su prole, y donde cobijarse de los rigores del invierno. Grandes y pequeños disfrutaron colocando estos ‘pisitos de protección oficial’ en las ramas de pinos, encinas y hayas. Ahora sólo queda esperar a la primavera para volver al sendero verde y comprobar si nuestra caja ha sido ocupado por estos pequeños huéspedes.
La Rioja es un territorio ideal para iniciarse en la observación de aves, tanto por su situación geográfica, como por su clima y relieve. En muy pocos kilómetros cuadrados encontramos una enorme variedad de ambientes que esconden una aún mayor diversidad de aves a las que podemos descubrir. De hecho un tercio de la región (unas 160.000 hectáreas) está declarada Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Cortados rocosos, masas forestales de alta montaña, sotos y riberas y lagunas y pantanos son lugares en los que encontramos diferentes especies y a los que podemos acudir para iniciarnos en esta aventura.
Enormes posibilidades
La región tiene enromes posibilidades. Podemos elegir entre imponentes cortados rocosos como el cañón del Leza, las Peñas del Iregua, las Peñas de Arnedillo o Peñalmonte, para observar aves rapaces y carroñeras. En los bosques de montaña húmeda de nuestras sierras existen multitud de aves forestales, alguna tan emblemática como la perdiz pardilla y otras más comunes como el agateador norteño, el carbonero palustre o verderón serrano. El Pantano de La Grajera y otros humedales sirven de lugar de reproducción, de migración o de invernada a garzas imperiales, fochas, pollas de agua o aguiluchos laguneros, entre otras aves. Y también ligados al medio acuático están los sotos y riberas del río Ebro a su paso por nuestra tierra, por ejemplo, los sotos de Alfaro, últimos vestigios de los que fueron los bosques ribereños riojanos, entre cuya vegetación estilizadas garzas y cigüeñas blancas conviven con pájaros moscones, mosquiteros, aviones zapadores, oropéndolas y pequeños carpinteros como el pico menor.
Pero no hace falta que nos desplacemos de nuestro pueblo o ciudad. Basta con que echemos una ojeada al cielo y seguro que encontramos a algún pájaro urbanita que de lños que conviven diariamente con nosotros. Vencejos, aviones y golondrinas sobrevuelan con sus acrobáticos movimientos , mientras los gorriones se «adueñan» de los árboles de nuestras calles y verderones, verdecillos y jilgueros toman sitio en los jardines haciendo nuestro entorno mucho más agradable.
Pájaro a la vista. larioja (formato pdf)