Contemplar la imagen de una torre que despunta en un embalse o recorrer en época de sequía las calles de una aldea en la que antes había vida y ahora sólo agua son actividades que podemos realizar en aquellos pueblos que quedaron sumergidos por las aguas al realizarse un embalse. Las sensaciones que nos trasmiten estos pueblos son tristes, de añoranza, de abandono, pero a la vez atractivas por las secuelas que el preciado líquido ha dejado en paredes, maderos, balcones, templos…En la web de www.aguaymapas.com hay una aplicación que nos sitúa en el mapa de la Península Ibérica algunos de esos pueblos que hace años quedaron anegados por las aguas debido a la construcción de un embalse, pueblos abandonados y ocupados por algas y peces. A la aplicación puede accederse a través del enlace http://www.arcgis.com/explorer/?present=728c7966c9894eaa831a57678e6c37b0. Está muy bien tenerlo reunidos y si nos pillan de paso o cerca hacerles una visita ¡toda una experiencia!
Una de mis mejores experiencias fué visitar Mansilla, el antiguo pueblo sumergido, cuando bajo lo suficiente el nivel de agua del embalse.
Animo a todos aquellos que tengan ocasion de visitarlo.
Hola, gracias por tu comentario, y sí lo cierto es que el pantano y el pueblo de Mansilla tiene algo especial. Cuando las aguas están bajas atrae a muchos visitantes. Un saludo